Cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar…
Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti, y dejes de preocuparte por el que dirán…
Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como en resultados.
Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.
Cuando sepas distinguir la sonrisa de la burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria.
Cuando el ser espontáneo te libere del método.
Cuando actúes por convicción y no por adulación.
Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad.
Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas.
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre y junto al rico sin pensar que es un Dios.
Cuando sepas enfrentarte a tus errores tan fácil y positivamente como a tus aciertos.
Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
Cuando sepas manejar tu libertad para pensar, hablar, leer, escribir y hasta escuchar sin caer en excesos.
Cuando ya no debas sufrir para conocer la felicidad y no seas ya capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas, por el placer.
Cuando no trates de hallar respuestas en las cosas que te rodean, sino en tu propia persona.
Cuando aceptes los errores y no pierdas la calma.
ENTONCES, Y SOLO ENTONCES; SERAS UN ¡TRIUNFADOR!
[Image]Anonimo
Cuando confíes en ti mismo aunque todos duden de ti, y dejes de preocuparte por el que dirán…
Cuando tus acciones sean tan concisas en duración como en resultados.
Cuando puedas renunciar a la rutina sin que ello altere el metabolismo de tu vida.
Cuando sepas distinguir la sonrisa de la burla, y prefieras la eterna lucha que la compra de la falsa victoria.
Cuando el ser espontáneo te libere del método.
Cuando actúes por convicción y no por adulación.
Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y rico sin perder tu humildad.
Cuando sepas perdonar tan fácilmente como ahora te disculpas.
Cuando puedas caminar junto al pobre sin olvidar que es un hombre y junto al rico sin pensar que es un Dios.
Cuando sepas enfrentarte a tus errores tan fácil y positivamente como a tus aciertos.
Cuando halles satisfacción compartiendo tu riqueza.
Cuando sepas manejar tu libertad para pensar, hablar, leer, escribir y hasta escuchar sin caer en excesos.
Cuando ya no debas sufrir para conocer la felicidad y no seas ya capaz de cambiar tus sentimientos o tus metas, por el placer.
Cuando no trates de hallar respuestas en las cosas que te rodean, sino en tu propia persona.
Cuando aceptes los errores y no pierdas la calma.
ENTONCES, Y SOLO ENTONCES; SERAS UN ¡TRIUNFADOR!
[Image]Anonimo